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miércoles, 19 de octubre de 2011

martes, 11 de octubre de 2011

Los héroes en los Cantares de Gesta


Los héroes tienen cualidades singulares que los hacen superiores y diferentes a los hombres comunes.
Los héroes son valerosos, fuertes, inteligentes, cautos, sabios, hermosos. Con éstas cualidades son favorecidos para realizar sus actos heroicos, pero no es así en todas las culturas, ya que por ejemplo en el Cantar de Roldán, los francos poseen todas estas cualidades, por lo cual son considerados verdaderos héroes, no así los sarracenos, los cuales son valientes, fuertes e inteligentes, pero además son asesinos, cruentos, irrespetuosos con sus dioses y traidores, por lo cual no se les considera héroes
Por ello, en el imaginario colectivo francés, los héroes cristianos han recibido en sus armas las cualidades que los ayuden a enfrentar lo adverso.
Así, "la espada" se convierte en un elemento maravilloso por excelencia, es la proyección de la diestra de su dueño, la que culmina la acción que la habilidad y el coraje del héroe proponen.


martes, 4 de octubre de 2011

Comentarios sobre El Cantar del Mio Cid

Comentario de la Primera parte:


El poema comienza relatando lo que ocurre con el destierro del Mio Cid, con un relato mas bien tranquilo y mesurado donde al Mio Cid se le muestra sufriendo por la pérdida de sus bienes y el destierro que pesa sobre sus hombros y los de su familia. Al irse de sus tierras, se da cuenta de que el rey Alfonso había dado la orden a su población de no tener contacto ni hospedar o dar ayuda al Cid ni a sus acompañantes, los cuales deciden seguirlo pese a que nadie mantendría contacto con ellos y serían desterrados de sus hogares dejando todo atrás.
Según nuestra opinión, es un reflejo de la sociedad de la época, en la cual se resaltaba sobre todo la religión, y el hecho de ser expulsado de las propias tierras implicaba un deshonor, por lo tanto, nadie podía comunicarse, ayudar o mantener cualquier tipo de contacto con alguien en deshonra. Este capítulo también habla de la lealtad, amistad y camaradería de los compañeros del Mio Cid que lo siguen a pesar de las dificultades.





Comentario de la parte final:

En esta parte, al finalizar el poema, se muestra que los infantes de Carrión deshonran al Cid y 
este pide justicia al rey Alfonso, el cual declara un duelo entre los infantes de Carrión y los representantes del Cid, los cuales triunfan devolviéndole la honra al Cid, y por el hecho de perder el duelo, los infantes quedan deshonrados y se anulan sus bodas. Al finalizar el poema, se declara un proyecto de boda entre las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón. Concluyendo, se dice que después de un tiempo el Cid murió varios años después en el día de Pentecostés, y alcanzó la honra por el casamiento de sus hijas con los infantes, por lo tanto quedó emparentado con la realeza.



Comparación del español moderno y el antiguo



Español antiguo:




–Ya Señor glorioso, Padre que en çielo estás,
Fezist çielo e tierra, el terçero el mar,
Fezist estrellas e luna, e el sol pora escalentar,
Prisist encarnaçión en Santa María madre,
En Beleem apareçist, commo fue tu veluntad,
Pastores te glorificaron, oviéronte a laudare,
Tres reyes de Arabia te vinieron adorar,
Melchior e Gaspar e Baltasar, oro e tus e mirra
Te ofreçieron, commo fue tu veluntad.
Salvest a Jonás quando cayó en la mar,
Salvest a Daniel con los leones en la mala cárçel,
Salvest dentro en Roma al señor San Sabastián,
Salvest a Santa Susaña del falso criminal,
Por tierra andidiste treinta e dos años, Señor spirital,
Mostrando los miráclos, por én avemos qué fablar,
Del agua fezist vino e de la piedra pan,
Resuçitest a Lázaro, ca fue tu voluntad,
A los judíos te dexeste prender, do dizen monte Calvarie
Pusiéronte en cruz, por nombre en Golgotá,
Dos ladrones contigo, éstos de señas partes,
El uno es en paraíso, ca el otro non entró allá,
Estando en la cruz vertud fezist muy grant,
Longinos era çiego, que nunquas’ vio alguandre,
Diot’ con la lança en el costado, dont ixió la sangre,
Corrió la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar,
Alçólas arriba, llególas a la faz,
Abrió sos ojos, cató a todas partes,
En ti crovo al ora, por end es salvo de mal.
En el monumento resuçitest e fust a los infiernos,
Commo fue tu voluntad,
Quebranteste las puertas e saqueste los padres santos.
Tú eres rey de los reyes e de tod el mundo padre,
A ti adoro e creo de toda voluntad,
E ruego a San Peidro que me ajude a rogar
Por mio Çid el Campeador, que Dios le curie de mal,
Quando oy nos partimos, en vida nos faz juntar.–


Español actual:




–Oh Señor glorioso, Padre que en cielo estás,
Hiciste cielo y tierra, el tercero el mar,
Hiciste estrellas y luna, y el sol para calentar,
Te encarnaste en Santa María madre,
En Belén apareciste, como fue tu voluntad,
Pastores te glorificaron, te tuvieron que loar,
Tres reyes de Arabia te vinieron a adorar,
Melchor y Gaspar y Baltasar, oro e incienso y mirra
Te ofrecieron, como fue tu voluntad.
Salvaste a Jonás cuando cayó en la mar,
Salvaste a Daniel con los leones en la mala cárcel,
Salvaste dentro de Roma al señor San Sebastián,
Salvaste a Santa Susana del falso criminal,
Por tierra anduviste treinta y dos años, Señor espiritual,
Mostrando los milagros, por ende tenemos qué hablar,
Del agua hiciste vino y de la piedra pan,
Resucitaste a Lázaro, porque fue tu voluntad,
A los judíos te dejaste prender, donde dicen monte Calvario
Te pusieron en cruz, por nombre en Gólgota,
Dos ladrones contigo, éstos de sendas partes,
El uno es en paraíso, porque el otro no entró allá,
Estando en la cruz virtud hiciste muy grande,
Longinos era ciego, que nunca se vio jamás,
Te dio con la lanza en el costado, donde salió la sangre,
Corrió la sangre por el astil abajo, las manos se las tuvo que untar,
Las alzó arriba, las elevó a la faz,
Abrió sus ojos, miró a todas partes,
En ti creyó entonces, por ende es salvado de mal.
En el monumento resucitaste y fuiste a los infiernos,
Como fue tu voluntad,
Quebrantaste las puertas y sacaste los padres santos.
Tú eres rey de los reyes y padre de todo el mundo,
A ti te adoro y creo de toda voluntad,
Y ruego a San Pedro que me ayude a rogar
Por mi Cid el Campeador, que Dios le cure de mal,
Cuando hoy nos partamos, en vida haznos juntar.–
Estos fragmentos corresponden al Cantar del Mio Cid, al igual que la imagen mostrada al principio de la entrada, la cual corresponde a un manuscrito original del texto anteriormente nombrado